Photo: Pieter Van de Boogert
El 24 de abril de 2016 fue el tercer aniversario del colapso del edificio Rana Plaza en Dhaka, Bangladesh, en el cual murieron más que 1.100 trabajadoras(es) y aproximadamente 2.500 resultaron heridas. Fue el peor desastre en la historia de la industria de la confección.
Tres años después, ¿qué ha cambiado para las trabajadoras(es) heridas y las familias de aquellas que murieron, y para las jóvenes mujeres y hombres que siguen trabajando en la industria?
Compensación
Una campaña global por compensación justa para los sobrevivientes de Rana Plaza fue al menos parcialmente exitosa. La RSM se unió con aliados – la Campaña Ropa Limpia (CCC), el Foro Internacional por los Derechos Laborales (ILRF), Estudiantes Unidos contra la Explotación (USAS), los sindicatos mundiales IndustriALL y UNI, y con sindicatos y ONGs de derechos laborales de Bangladesh – en la presión y cabildeo a las marcas internacionales de indumentaria que se aprovisionan en Bangladesh para que pagaran.
Llevó más de dos años de campaña para llegar a la meta de US$ 30 millones en contribuciones al Fondo Fiduciario de Donantes de Rana Plaza, el cual efectuó compensaciones a cientos de reclamantes por pérdida de ingresos y gastos médicos.
Sin embargo, los sobrevivientes de Rana Plaza no han recibido compensación por los daños y sufrimiento sufridos como resultado de esta tragedia prevenible. En un intento de corregir esta situación se han presentado dos demandas judiciales colectivas, una en Canadá contra Loblaw (dueña de Joe Fresh) y la organización de auditoría social Bureau Veritas, y una en los EE.UU. contra Walmart, JC Penney, y The Children’s Place.
Seguridad de edificios y contra incendios
Posiblemente el resultado más positivo de la tragedia de Rana Plaza fue el logro del Acuerdo sobre Seguridad de Edificios y contra Incendios. El Acuerdo es legalmente obligatorio y fue firmado por los sindicatos mundiales y de Bangladesh y más de 2.000 marcas y tiendas internacionales de prendas de vestir.
La RSM es una de las cuatro ONGs que son testigas firmantes del Acuerdo, junto con la CCC, el ILRF y el Consorcio por los Derechos de los Trabajadores (WRC), y es la ONG representante en el Grupo de Trabajo para la Participación de Trabajadoras(es) del Acuerdo.
A la fecha, el programa de inspección independiente del Acuerdo ha llevado a cabo más de 3.500 inspecciones de seguridad de edificios y contra incendios en cerca de 2.000 fábricas. Para abril de 2016, se habían acordado y publicado en el sitio web del Acuerdo más de 1.450 planes de acción correctiva.
A pesar de estos importantes logros, reportes de progreso del Acuerdo revelan que las marcas y sus proveedores son extremadamente lentos en realizar las reparaciones y actualizaciones necesarias para que las fábricas sean seguras para las trabajadoras(es).
Con el fin de empujar a las marcas a la acción, en septiembre de 2015 las cuatro testigas firmantes publicaron una evaluación del progreso de una de las mayores compradoras en Bangladesh, H&M.
Otro desafío importante para el Acuerdo es el establecimiento de comités de salud y seguridad efectivos en fábricas inspeccionadas por el Acuerdo y capacitación en salud y seguridad para representantes de las trabajadoras(es) en dichos comités, de manera que las trabajadoras(es) tengan un rol activo en asegurar que sus fábricas sean lugares de trabajo saludables y seguros más allá de la vida del Acuerdo.
Tres años después de Rana Plaza, mucho se ha logrado, pero hace falta lograr mucho más.
Haga clic aquí para ver la declaracion de los sindicatos mundiales UNI y IndustriALL sobre los logros del Acuerdo.