Muchas marcas y tiendas respondieron a la crisis negándose a pagar las facturas de sus pedidos de ropa y utilizando la disminución de la demanda para obtener precios aún más bajos de los proveedores. A un año del inicio de la crisis, las ganancias de muchas marcas volvieron a los niveles anteriores, algunas incluso registraron ganancias récord, mientras que las trabajadoras(es) en sus cadenas de suministro luchaban por sobrevivir.

Durante la pandemia, la RSM trabajó en estrecha colaboración con organizaciones laborales y de derechos de mujeres, con sindicatos en Centroamérica, México y Asia, y con aliados a nivel internacional, para exigir una mayor protección para la salud, los ingresos y los derechos de las trabajadoras(es) durante la crisis y posteriormente a la misma.

Como parte de la red global de la Campaña Ropa Limpia (CCC por sus siglas en inglés), instamos a los gobiernos, las instituciones financieras internacionales, las marcas y demás partes interesadas a tomar una serie de acciones para mitigar los impactos inmediatos y a largo plazo de la pandemia sobre las trabajadoras(es) en las cadenas globales de suministro. Asimismo les instamos a garantizar que las trabajadoras(es) tuvieran acceso a un salario digno y a una mejor protección social a partir de ese momento.

En marzo de 2020, se lanzó la campaña #PagueASusTrabajadores #RespeteSusDerechosLaborales, con el respaldo de más de 200 sindicatos y grupos de la sociedad civil en más de 40 países, incluyendo los sindicatos nacionales de trabajadoras(es) de la confección en los principales países productores de ropa, organizaciones internacionales de derechos laborales y redes regionales e internacionales.

La campaña llamaba a las marcas a asumir compromisos exigibles para garantizar que las trabajadoras(es) que fabricaban sus productos recibieran su salario completo durante toda la pandemia, la indemnización legalmente requerida después del cierre de una fábrica y el respeto de sus derechos laborales básicos. La coalición lanzó un sitio web y una petición, instando a las principales marcas y tiendas a cumplir con sus responsabilidades con las trabajadoras(es) que fabricaban sus productos.

Desde 2020 al 2024, la campaña #PagueASusTrabajadores apoyó a las trabajadoras(es) en sus esfuerzos por asegurar millones de dólares en salarios impagos e indemnizaciones robados luego de haber sido despedidas o suspendidas durante la pandemia.

La campaña sigue abordando casos de robos de salarios e indemnizaciones ocurridos durante la pandemia y el periodo posterior a la misma y sigue exigiendo el respeto a los derechos de las trabajadoras(es) en un contexto global cambiante.

¿Qué impacto tuvo la pandemia del Covid-19 sobre las trabajadoras(es)?

• Sitio web de la campaña #PagueASusTrabajadores (disponible en 7 idiomas)
• Hambre en la cadena de suministro de la industria de la confección (WRC, noviembre de 2020)
• ¿Quién va a rescatar a las trabajadoras(es) que fabrican nuestra ropa? (WRC, marzo de 2020)
• La crisis del Covid-19 (CCC, en inglés)
• Informes sobre el robo de salarios y otros impactos del Covid-19 (AFWA, en inglés)
• Aprender de la crisis: Expertos de la industria de la confección abordan cómo mitigar la pandemia del COVID-19 y futuras crisis
  (Universidad de Cornell, en inglés, noviembre de 2022)

Información sobre campañas locales

• Victorias de la campaña #PagueASusTrabajadores (en inglés)
• Camboya: Nike y Ramatex deberían pagar a las trabajadoras(es) (diciembre de 2023)
• Guatemala: trabajadoras(es) obtienen las indemnizaciones robadas en una fábrica proveedora de Target (abril de 2023)
• Tailandia: trabajadoras(es) ganan indemnización financiada por Victoria’s Secret (mayo de 2022)
• El Salvador: Trabajadoras(es) de Industrias Florenzi ganan US$1 millón en indemnizaciones (enero de 2022)
• Camboya: las marcas de moda no abordan el robo de salarios en tiempos de la pandemia (CCC y RSM, en inglés, septiembre de 2021)
• Bangladesh y Sri Lanka: Más de 50 organizaciones instan a marcas, gobiernos y empleadores a tomar medidas inmediatas (septiembre de 2021)

Foto: Centro de Solidaridad, Molly McCoy