El derecho al cuidado infantil
La mayoría de las mujeres trabajadoras desempeña una doble jornada de trabajo: trabaja por un salario en la economía formal y trabaja sin salario en el hogar cuidando a sus niños y otros miembros de la familia. En general, no se reconoce el valor de su trabajo doméstico no remunerado para la sociedad y la economía. Es común que se considere el hecho de que las mujeres asuman la responsabilidad del cuidado de los miembros de la familia como la norma, o como algo ‘natural’. Por décadas, los movimientos de mujeres y los sindicatos han cuestionado este punto de vista.
Además, los convenios internacionales de las Naciones Unidas y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconocen que el cuidado infantil es una responsabilidad social, y no sólo individual. En la legislación nacional de muchos países, incluyendo la de las naciones centroamericanas, se estipula que los gobiernos y los empleadores tienen la responsabilidad compartida de proveer servicios de cuidado infantil para las trabajadoras(es). Sin embargo, pocas veces se hace cumplir esa legislación.
A inicios del 2015, la RSM lanzó un proyecto especial con organizaciones de mujeres y sindicatos en Honduras y El Salvador que busca garantizar que los empleadores y los gobiernos asuman sus responsabilidades de proveer servicios de cuidado infantil de calidad para las trabajadoras(es) que son madres/padres de familia. Juntos, involucramos a marcas internacionales de ropa, asociaciones industriales y gobiernos para buscar las soluciones para el cuidado infantil que mejor cubran las necesidades de las trabajadoras(es) de la maquila.
Cuando inició la pandemia global en 2020, gran parte de este trabajo se estancó o perdió prioridad. Conforme se retoman los esfuerzos, la RSM seguirá apoyando a las organizaciones de mujeres y sindicatos en exigir servicios de cuidado infantil accesibles y de calidad como un derecho importante tanto para las trabajadoras(es) como para sus hijas(os).