Foto: Eric Anada
El informe más reciente de una serie de informes anuales realizados por Sergio Chávez resalta la inmensa brecha existente entre el costo de los alimentos con un nivel nutricional adecuado y los salarios mínimos mensuales que perciben las trabajadoras(es) de los cuatro países centroamericanos productores de ropa: Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
El informe recién publicado, Las y los trabajadoras de la maquila y la caída de las exportaciones: salarios mínimos y canasta de alimentos en Centroamérica, resalta que la industria de la confección está en crisis. Los cuatro países centroamericanos se encuentran entre los quince mayores países exportadores de ropa y textiles a Estados Unidos. Desde el mes de agosto de 2022, cada uno de estos cuatro países ha experimentado una caída dramática de las exportaciones a Estados Unidos del orden de entre un 18% y un 22%, lo cual ha tenido un fuerte impacto sobre las trabajadoras(es) bajo la forma de reducciones de las horas de trabajo, cierres de fábricas y despidos masivos.
Aunados a la pérdida de empleos y de ingresos, la creciente inflación y el alza de los precios de los alimentos han creado una situación imposible para las trabajadoras(es) de la industria de la confección quienes no logran cubrir sus necesidades básicas. Aunque las tasas de inflación general han representado desafíos, los precios de los alimentos en los cuatro países se están elevando de manera más acelerada, alcanzando tasas que van de un 11.6% a un 15.8% en tan solo un año. Esto ha perjudicado, de manera desproporcionada, a quienes viven en condiciones de pobreza e invierten una gran proporción de sus ingresos en la compra de alimentos.
Como señala el informe, el alza de los precios se devora cualquier aumento de los salarios mínimos obtenidos en años recientes. Incluso en Honduras y Nicaragua, los dos países en la región con los niveles más elevados de sindicalización en el sector, en donde los sindicatos participan en las negociaciones bipartitas y tripartitas de los salarios mínimos, los salarios mínimos de las trabajadoras(es) ni siquiera llegan a cubrir sus necesidades básicas.
La falta de un salario digno y la reducción de los salarios reales representan una gran barrera ante la capacidad de las trabajadoras(es) de sostenerse y mantener a sus familias y empañan la esperanza de alcanzar un salario digno en un futuro cercano, especialmente dado el contexto de la actual crisis de la industria y la creciente incertidumbre por la que atraviesa la región.
- Leer el informe de 2023
- Informes de años anteriores: octubre 2022 | septiembre 2021 | diciembre de 2020 | enero de 2019 | septiembre de 2018
Sergio Chávez trabaja con la Red de Solidaridad de la Maquila y se encuentra en El Salvador.