La gerencia de la fábrica de confecciones Rintex, en el estado mexicano de Morelos, supuestemente culpan a las trabajadoras(es) que intentaron organizarse para mejorar las condiciones de trabajo por la decisión de su mayor compradora, Gap Inc., de terminar la relación comercial con la fábrica.
Sin embargo, según un informe que la RSM recibió de Gap, la marca no tenía otra alternativa que terminar su relación comercial con Rintex, lo que hará en los próximos seis meses, debido a la negativa constante del proveedor en un período de dos años de realizar una acción correctiva adecuada para remediar graves violaciones a los derechos de las trabajadoras(es).
Las violaciones más recientes, que fueron identificadas por una auditoría de una organización independiente, incluyeron discriminación en los despidos de personal, retención del pago de utilidades para presionar a las empleadas(os) a aceptar despidos y firmar por el pago de su liquidación, y discriminación contra e interferencia con el derecho de las trabajadoras(es) de asociarse libremente, incluyendo despidos de trabajadoras(es) quienes estaban intentando de ejercitar ese derecho.
A la petición de la MSN, Centro de Apoyo al Trabajador (CAT) y trabajadoras(es) que habían intentado organizarse en la fábrica, Gap se había quedado en la fábrica durante el período de dos años en un intento de usar su influencia para ayudar a remediar las persistentes violaciones a los derechos de las trabajadoras(es). Según Gap, “terminar una relación de negocios es siempre el último recurso en casos en donde un proveedor incumple constantemente nuestro COVC (el código de conducta de vendedoras de Gap).”
A fines de mayo de 2018, justo antes de que se debieran pagar las utilidades, Rintex despidió a más de 50 trabajadoras(es), todas las cuales estaban liderando esfuerzos de organización o se habían afiliado como miembros de una sección local de un sindicato independiente afiliado al Frente Auténtico del Trabajo (FAT). Hacia fines de junio, debido a una considerable presión económica, todas las trabajadoras(es) despedidas habían aceptado pagos de indemnización y levantado su campamento de protesta frente a la fábrica.
La RSM recibió informes de que Rintex presionó a trabajadoras(es) que siguieron trabajando en la fábrica para que firmaran una carta condenando a los miembros de la coalición y a los que apoyaban al sindicato independiente y expresando su apoyo al sindicato existente en la fábrica que había firmado un “contrato de protección patronal” con la empleadora que ofrece a las trabajadoras(es) apenas algo más que lo que tienen derecho por ley. La RSM recibió copia de esa carta de otro comprador de la fábrica.
También, se informó que Rintex está amenazando con cerrar la fábrica e instando a las trabajadoras(es) que habían apoyado el esfuerzo organizativo darse a conocer y dejar de causar problemas.
Mientras continuamos monitoreando la situación, el enfoque de la RSM y nuestros aliados mexicanos, el CAT y el FAT, se dirige ahora a intentar asegurar que las trabajadoras(es) despedidas injustas reciban su indemnización plena y otros beneficios que se les adeuda